El uso en agricultura de las nuevas técnicas genómicas, que permitirán tener cultivos más resistentes a los fenómenos climáticos.
El parlamento europeo ha votado a favor de una reglamentación más relajada para el uso de nuevas técnicas de edición genética, conocidas como NTG y basadas en las tecnologías CRISPR. Semanas antes de la votación, hasta 37 premios Nobel y más de 1.500 científicos, suscribieron una carta abierta instando a los parlamentarios a “considerar cuidadosamente los beneficios de adoptar estas NGT”.
La modificación intencionada de las variedades de plantas por el hombre es tan antigua como la misma agricultura, pero, sin esta tecnología, hoy necesitaríamos aproximadamente 12 años para llevar una nueva variedad al mercado. Con esta tecnología se podría reducir este tiempo a solo 3-4 años.
Y no solo eso, algunos expertos sostienen que estas técnicas podrían transformar el sector alimentario en un sistema más sostenible y resiliente al permitirle desarrollar variedades de plantas mejoradas más resistentes al cambio climático y frente a las plagas y enfermedades, además de ofrecer mayores rendimientos.
Pero, ¿qué son exactamente estas técnicas y cómo funcionan?
Estas nuevas tecnologías nos periten modificar genes dentro del genoma sin afectar a otras partes del genoma con una alta precisión.
Actualmente, este método está regulado de forma similar a los OGM pero ¿son similares?
Son totalmente diferentes. Las variedades consideradas como OGM se obtienen tras la introducción de material genético de una especie que no se puede cruzar. Por ejemplo, la introducción en el genoma de la planta de maíz del gen responsable la síntesis de la toxina de la bacteria Bacillus thurigiensis. Sin embargo, la tecnología NTG permite introducir una función o mejorar la función deseada sin introducir nuevo material genético extraño o introduciendo material genético equivalente de organismos que puedan cruzarse en la naturaleza.
Qué cambios introducirá la nueva propuesta reglamentaria
Los eurodiputados acordaron una propuesta legislativa que distinguirá dos categorías diferentes de plantas obtenidas por estas técnicas y dos conjuntos de reglas. Las plantas englobadas en la categoría 1, consideradas equivalentes a las convencionales y que ha sufrido menos de 20 modificaciones, estarían exentas de los requisitos de la legislación sobre OGM; estará exenta de los requisitos de la legislación sobre OGM, a diferencia de las plantas de la categoría 2, que están más modificadas.
En cuanto a la segunda categoría (categoría 2), el Parlamento Europeo quiere mantener la mayoría de los requisitos de la legislación sobre OGM, que se encuentra entre las más estrictas del mundo, incluido el procedimiento de autorización y el etiquetado obligatorio.
Los eurodiputados también coinciden en que todas las plantas NGT deberían seguir prohibidas en la producción ecológica, ya que su compatibilidad requiere una mayor consideración.