Tomate

Diferentes cepas de oídio pueden infectar los cultivos de tomate, a saber, Leveillula taurica y Oidium lycopersici.En los cultivos de tomate ataca las hojas y tallos de las plantas y puede aparecer en los campos y en los invernaderos también. Esta enfermedad fúngica debilita las plantas y reduce la productividad dondequiera que prospere. Los hongos se propagan por esporas en el aire, transportadas por el viento o las plagas, que aterrizan en las hojas y germinan. El oídio necesita tejido vegetal vivo para crecer, pero los hongos no "matan" directamente a las plantas de tomate. Más bien, se alimentan de las células de la planta de tomate.

Leveillula taurica aparece en las hojas inferiores como manchas amarillas brillantes que van desde 3 mm a 12 mm de diámetro. Las manchas se agrandan y eventualmente se vuelven marrones. A medida que la infección progresa, toda la hoja se marchita y muere, pero permanece adherida al tallo. Oidium lycopersici es extremadamente común en los tomates de invernadero y aumenta en importancia en los tomates de campo. Los primeros síntomas ocurren como lesiones blancas en polvo en todas las partes aéreas de las plantas excepto la fruta. Las infecciones graves conducen a la clorosis de las hojas, senescencias prematuras y una marcada reducción en el tamaño y la calidad de la fruta.

Para controlar el oídio en los tomates, la prevención es clave. El monitoreo cultural es importante y también se pueden aplicar biofungicidas si la enfermedad no es grave. No obstante, cuando las condiciones sean favorables, los tomates susceptibles podrán requerir protección con pulverizaciones fungicidas. A medida que el oídio se desarrolla en las hojas inferiores y el dosel interno, la mejor oportunidad para proteger las plantas y desarrollar frutos es antes de que la enfermedad se establezca con fungicidas de amplio espectro.

Una plaga agrícola importante, el gusano de la fruta del tomate puede alimentarse de muchas plantas diferentes y es una gran amenaza para los cultivos de tomate. Esta plaga se alimenta de hojas, tallos y frutos y deja agujeros a medida que entra en el fruto y hace túneles. Estos gusanos generalmente atacan cuando la fruta todavía está verde y dejan un espacio hueco interior lleno de agua, frass, descomposición y podredumbre. La fruta no es comestible después de una infestación de gusanos de la fruta.

Para identificar esta plaga es importante conocer sus cambios de aspecto en función de su ciclo de vida. Los huevos son de color blanco o crema, ligeramente planos, de forma esférica y desarrollan una franja marrón o rojiza justo antes de que eclosionen. Las larvas son orugas de color claro con cabezas marrones uoscuras y pelos oscuros. Los adultos son polillas de color marrón a marrón con una sola mancha oscura en el centro de cada ala y ponen huevos.

La prevención es la forma más efectiva de controlar los gusanos. Una vez que las larvas entran en el fruto, no pueden ser tratadas directamente, ya que están protegidas por el exterior del tomate.Entonces, antes de que eso suceda, las plantas pueden ser tratadas con herbicidas biológicos de amplio espectro. Sin embargo, también es importante tener en cuenta lo siguiente:

• No plante maíz cerca de los tomates;
• Monitoree las plantas en busca de huevos y recoja a mano las hojas donde se ponen los huevos. Los adultos ponen huevos a ambos lados de las hojas de tomate, comenzando más cerca de las flores;
• Evite que las larvas entren en la fruta cubriendo las plantas con redes finas;
• Lastrampas de heromone y polilla P se pueden usar para dar una advertencia temprana de la presencia de algunas plagas;
• Fomentar los depredadores naturales. Plantar eneldo, perejil y ásteres para atraer avispas parásitas de Trichogramma;
• Al final de la temporada, retire y destruya las plantas afectadas y labra el suelo después de la cosecha.

Si la infestación es demasiado dañina y grave, puede ser necesario usar un insecticida de amplio espectro.